Mis siete razones para viajar sola.

Me gusta viajar sola. Creo que es algo que tiene demasiados pros y muy pocos contras.
Luego de un par de viajes «conmigo misma», he dado con las siete razones por las que recomiendo a todos viajar en solitario al menos una vez en la vida… y por qué a mí me gusta tanto hacerlo:

1. Irás a tu ritmo:

   Cuando vas a tu ritmo vives las cosas a tu manera. No habrá nadie apurándote o atrasándote; cambiándote la ruta o llevándote a donde no quieres ir. Viajar en solitario te permite tomar tus propias decisiones respecto al camino y al tiempo que le dedicas a cada lugar, y esto es impagable cuando se trata de disfrutar aquello que nos gusta. Algunos querrán dedicarle más tiempo a las playas mientras que otros preferirán quedarse en las ciudades. Algunos preferirán pasar la noche en un bar y otros eligen quedarse viendo las estrellas. A mí me gusta viajar sola porque la decisión es mía y así puedo llevar el ritmo de viaje que yo quiera.

   

   Manila – Filipinas – 2016

    

2. Te sentirás en libertad:

   Como dije arriba, viajando solo podrás tomar tus propias decisiones, y eso te da una libertad increíble. Por ejemplo, eres tú quien decide qué comer, dónde hacerlo y a qué hora. Lo mismo pasa con la ruta, con los lugares a visitar, con los tiempos, con la gente que te rodeará. Tener las decisiones en tus manos es tener el poder en tus manos. Y tener el poder en tus manos es ser libre.

   

   Curarrehue – Chile – 2015

    

3. Conocerás a gente en el camino:

   Imagínate perdido en la calle: te sientas en una banca y miras tu mapa. Le pides ayuda a alguien quien amablemente te da indicaciones. Quizás le cuentas tu historia y van a tomarse un café. Imagínate la misma situación pero en un hostal. Conoces a un par de personas y se van juntos de fiesta. Luego deciden seguir en ruta juntos, o te hablan de un lugar que es imperdible y que no estaba en tus planes.
   Todo esto sería mucho más difícil de que te pase si estás acompañado (no digo que no suceda). Porque con alguien viajando a tu lado por alguna razón tendemos a cerrarnos en nosotros mismos. Hiciste planes con tu amigo y entonces ya no puedes irte a ese otro lugar del que te hablaron.
   Viajando solo de seguro estarás más abierto a que la gente se te acerque y viceversa. Serás más receptivo y la gente confiará más en ti.

   

   Hostal en Cusco – Perú – 2014

    

4. Te abrirás a nuevas aventuras:

   La culminación de las razones de arriba: cuando viajas en solitario estás predispuesto a aceptar nuevas aventuras. Quizás nunca pensaste en bucear, o en comer insectos, o en caminar kilómetros sin parar. Pero ahora te ves ante esas opciones y dices «¿por qué no? ¿si no lo hago aquí y ahora, cuándo lo haré?» (todo esto me pasó al viajar sola la primera vez).
   Por algún motivo te arriesgas un poco más (porque si no te arriesgas no cruzarás el río, y si estás en modo viaje sabes que más allá del río hay muchas cosas que no te puedes perder). La actitud de viajero en solitario siempre trae cosas positivas.

   

   Alguna parte de Tailandia – 2016

    

5. Te llenarás de diferentes energías:

   Nada más rico que llegar a un lugar desconocido y detenerte a sentirlo. Ya sea porque la naturaleza te entregó un paisaje extraordinario, porque te topaste con una ciudad llena de arquitectura fascinante o porque conociste una nueva religión. Viajando en solitario debes adaptarte a esos nuevos lugares y entonces te empezarás a nutrir de su espíritu, de sus olores, de tradiciones… de su cultura.

   

   7 tazas – Chile – 2015

    

6. Será un desafío que te hará crecer:

   Y bueno. Dije arriba que viajando en solitario puedes tomar tus propias decisiones, ir a tu ritmo y sentirte libre…. y esto suena muy fácil y divertido. Pero no. No es tan así. Cuando viajas solo te expones a diferentes desafíos (aunque algunos dirán que son «problemas») y te tocará superarlos para seguir. Te verás hablando con desconocidos (y eso que tu mamá te enseñó que tenías que tener cuidado), te verás comiendo comida insospechada (y eso que tu mamá te enseñó que tenías que tener cuidado), despertarás en una cama que no es la tuya (y eso que tu mamá…), te encontrarás perdido en un lugar que no conoces (y eso que… jajajja).
   Cuando te detengas, ya pasado un tiempo, mirarás atrás y te darás cuenta de todo lo que creciste en ese viaje: ahora estás más maduro, más abierto al mundo, más receptivo, más tolerante.
   Y para las mujeres: al viajar sola podrás demostrarle al mundo que eso del sexo débil ya pasó de moda.

   

   Curitiba – Brasil – 2011

    

7. Aprenderás

   Viajando en solitario aprenderás de otros: ¿Que la capital de X país era esta? ¿En serio se comen eso? ¿Y esto hacen todos los domingos? ¿Ese animal es real? ¿La situación política no es como la muestran en la tele?
   Y aprenderás de ti: «Nunca pensé que haría esto en mi vida», «No sabía que reaccionaría así«, «De verdad antes esto me daba miedo, pero ahora no».
   Sinceramente creo que más se aprende cuando viajas solo (aprendizaje vivencial o experiencial) que cuando te encierras a leer un libro o escuchas a alguien contándote historias. ¡No es que le quite valor a los libros, no, yo los amo! Pero es que prefiero aprender haciendo/viviendo que leyendo.

Sydney – Australia – 2016

Aparte de estas 7 razones para viajar sola, tengo un par de razones más para viajar (sólo viajar) y las pueden leer en este link.

¿Y? ¿Cuáles son tus razones? ¿Te gusta viajar sola /o? ¿Alguna de estas te identifica más que otras? ¿Se me está olvidando algo?
Deja tus comentarios y conversemos 🙂

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