Viajar Solas #ITravelAlone

Viajar Solas

(O texto sobre la tendencia #ITravelAlone)

Y de repente, un día, hubo un boom de mujeres viajando solas por el mundo. Banderas de lucha tipo #niunamenos sumaban voces luego de conocer la noticia del asesinato de dos chicas argentinas en Ecuador. Porque «las pobres niñas viajaban solas». Pero no, ahí estaban las otras que también lo hacían y gritaban que no era malo, que no era nuevo, que no era un riesgo. Porque viajar sin la compañía de un hombre NO es viajar solas. Ahí estaban las que «se atrevían» a salir en solitario fuera de sus países. Eran «las valientes» de sus familias, que dejaban al resto con el corazón en la mano temiendo que les pasara algo porque «el mundo es tan malo allá afuera».

viajar solas

Comenzamos a leer sus historias, a oír sus voces y a ver sus fotos. Nos hacía sentido y le dimos like a su lucha. Les empezamos a creer y compartimos la causa. Nos dimos cuenta que nadie cruzaba ríos si no corría el riesgo, y que ahí estaban ellas, muchas, con o sin miedo, con o sin recursos, con o sin compañía, cruzando océanos.

Y de repente, otro día, nos preguntamos ¿por qué no? ¿Qué pasa si lo hago yo? ¿Qué pasa si quiero viajar pero nadie puede acompañarme? O quizás simplemente ¿qué pasa si busco la libertad que significa viajar sin compañía? Y nos miramos por dentro y apareció una luz tenue, debilitada por el miedo. Miedo al qué dirán, miedo a lo desconocido, miedo al qué hago si estoy lejos y le pasa algo a mi familia. Pero ahí estaban esas voces, esas mujeres, levantando nuevamente la bandera y les creímos.

viajar solas

Así que la luz de esa idea empezó a brillar con más fuerza y nos dimos cuenta que viajar en solitario era la mejor opción. Hacer lo que quieres cuando quieres como quieres. No darle explicaciones a nadie. Tomar tus propias decisiones, que te afectarán a ti y a nadie más. Libertad. Libertad absoluta y única libertad. Eso era. La idea excitante de experimentar la libertad.

El miedo no se fue nunca pero la decisión se tomó. Salimos cargando una maleta de pura y limpia convicción. Creímos firmemente que si se quiere, se puede. Que los peligros están a la vuelta de la esquina, ya sea la de tu casa en tu país o la del hostal al otro lado del mundo. Y entonces no importaba. Salimos a enfrentarnos con nuestro propio ser, acompañadas de nosotras mismas. Fuimos a conocernos, a valorarnos, a entendernos. Viajando solas nos descubrimos.

viajar solas

Y nos dimos cuenta que el mundo es bueno allá afuera, pero lamentablemente un bombazo mete más ruido que mil abrazos. Entendimos que la vida es aquí y ahora y que el miedo debe impulsarte y no detenerte. Nos miramos a las caras con extraños y nos sonreímos. Comimos juntos en otras mesas, con otros sabores y otras maneras. Anduvimos en una nueva calle con una vieja historia y nos llenamos el alma. Porque viajar es llenarse el alma. Es respirar el sentido de una nueva cultura y perder el aliento.

Por eso ellas lo hacían y lo seguirán haciendo. Por eso habrá muchas más que seguirán la ruta de esas muchas otras. Por eso la bandera sigue en pie: nos vamos solas… ¿y qué?

¿Si no es ahora, cuándo?

Comments (8)
  1. Chana marzo 27, 2017
    • La Nico marzo 27, 2017
  2. Berta marzo 27, 2017
  3. CRISTINA marzo 27, 2017
    • La Nico marzo 28, 2017
  4. Melina9F marzo 28, 2017
    • La Nico marzo 28, 2017

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Viajando Lento por Nicole Etchart Opitz se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.