Ideas sobre Melbourne (y algunas cosas que hacer allá)
Ideas sobre Melbourne
Y algunas cosas que puedes hacer si vas para allá, basadas en mi historia.
Todos me dijeron que Melbourne me iba a sorprender. Que de seguro esta sería la ciudad de Australia que más me iba a gustar. Que tenía más que ver conmigo, con mi estilo, o que era más «mi onda». Así que llegué a Melbourne con algunos preconceptos claros, esperando a ver qué pasaba. A ver si era verdad lo que me decían. Ahora les relato mis ideas y algo de lo que hice estando allá, pero les adelanto: los preconceptos cambiaron.
Como contaba en mi post sobre qué pienso de Sydney, Melbourne es el hermano menor de la familia de Australia que busca ser tomado en cuenta, ya que su hermana, la perfecta y encantadora Sydney, está siempre opacándolo. Y entonces esta ciudad del estado de Victoria pasó de ser el niño rico por la fiebre del oro, a el joven alternativo, un poco hipster incluso, que busca expresar su personalidad de diferentes formas, para así sobresalir.
Por esa razón, apenas llegas a Melbourne te das cuenta de su interés por conquistarte. Ves su arte callejero, expresión de su gente, esperándote con los brazos abiertos (yo llegué en tren, y me bajé en la estación de Southern Cross). Tu primera parada como turista entonces es el Melbourne’s Visitor Center, un lugar preparado para acogerte y hacerte sentir como en casa, donde te aconsejarán, te ayudarán y orientarán con los mejores panoramas y actividades para que tu estadía con ellos sea la mejor experiencia que puedas tener en Australia.
Con la tarjeta Melbourne Flexi Attractions Pass tendrás acceso gratuito a 3, 5 o 7 de las principales atracciones de la ciudad. Diseña tu propio itinerario y ¡ahorra durante tu visita a Melbourne!
El sistema de transporte también te quiere recibir bien. Acá la forma de moverse es en tranvías y en micros, y hay una zona del centro de la ciudad en que cualquier viaje que hagas te saldrá gratis. A pesar de que las distancias en aquella zona no son tan largas y son completamente caminables, siempre es bueno saber que te puedes subir al «tram» con aire acondicionado, cuando estás cargando una mochila pesada o cuando hace un calor insoportable afuera. Porque sí, Melbourne quiso sorprenderme a mi llegada y me esperó con 40 grados de calor.
La Myki Card, que es la tarjeta Bip de Melbourne, funciona diferente a la de Sydney (la Opal Card). En este caso puedes pagar por cada viaje, o cargar la tarjeta para usarla todas las veces que quieras en una semana (creo que también se puede para un mes, o un año, pero no estoy segura). Depende entonces de a dónde vivas o cuál es tu rutina diaria. Muchas veces te convendrá tomar el tranvía para llegar a tu destino, ya que es la opción con mejores rutas, pero ten ojo con los tiempos, ya que el tram es leeeeento.. Los que viven en Melbourne ya se acostumbraron y hacen su vida de una forma tan relajada que es admirable.
La gente de esta ciudad es diversa, pero no tanto como en Sydney. Acá podrás ver más australianos y menos turistas, un montón de asiáticos también pero menos que en Sydney y muchas personas que, sin querer llamar tu atención es inevitable que lo hagan: hippies, hipsters, músicos en casi cada esquina, artistas por doquier. Melbourne con sus libertades ha logrado atraer a gente más abierta de mente. Por ejemplo, la comunidad gay aquí es más aceptada y más visible que en Sydney.
Todo esto se puede ver en vivo y en directo cada miércoles a partir de las 5 de la tarde, cuando comienza el Queen Victoria Night Market. El clásico mercado de las frutas y verduras que de día recibe a las dueñas de casa, los miércoles por la tarde y hasta la noche abre sus puertas a la juventud y a los turistas, transformando los puestos de vegetales y puestos de comida rápida y callejera. Pero no, no es cualquier comida rápida y de calle, si no que son comidas DEL MUNDO. Como mi memoria es tan mala no podría enumerar todos los países que estaban presentes, pero lo cierto es que eran muchos: Grecia, Sri Lanka, España, Tailandia, Vietnam, Alemania, etc. Pero no, no estaba Chile (así que ya saben lo que pueden hacer para irse a Melbourne a ganarse la vida).
Es una experiencia que HAY que vivir estando allá. Es un imperdible.
Estuve en total cinco días en Melbourne y quizás me daba para quedarme otro día más. Claro, si te enamora la ciudad te querrás quedar toda la vida, como le ha pasado a varios chilenos. En mi caso no hice tantos panoramas esta vez porque venía muy agitada de Sydney y entonces me tomé mi tiempo para quedarme escribiendo en la casa y así capear el calor.
En mi primer día visité la Biblioteca Estatal del estado de Victoria. Hacen un tour gratuito a las 14 hrs. que está bien interesante, no sólo para ñoñas como yo, porque la biblioteca es grande y hermosa, y tiene muchas historias en sus pasillos.
El segundo día tomé el Free Walking Tour de los chicos de I’m Free (pueden buscar referencias en Tripadvisor) que estuvo muy bueno. De hecho estuvo excelente. De hecho siempre recomiendo a la gente que busquen en sus viajes este tipo de tours, que se hacen caminando por la ciudad y al final sólo pagas una propina, de acuerdo a tu bolsillo y a cuánto te gustó el tour. Conocí varios lugares que no tenía en mi lista, escuché las historias, aprendí sobre la ciudad, y hasta hice amigos. De hecho, con estos amigos al otro día arrendamos un auto y nos fuimos a hacer el recorrido de la Great Ocean Road.
¿Muy confiada, dirán algunos? ¿Muy arriesgada, muy ingenua? No, pero es que así funciona la vida, gente! El mundo está lleno de personas buenas, y el que no se arriesga no cruza el río.
La Great Ocean Road es una carretera que une a varios poblados costeros del estado de Victoria y es un imperdible tanto para los turistas como para los mismos australianos. De hecho, mis compañeros de ruta la comparaban con la Pacific Coast Highway de California, en EEUU, que recorre la costa oeste.
Fue creada como un memorial dedicado a los soldados que murieron en la Primera Guerra Mundial, y tiene 243 kms de largo.
Hay personas que la hacen en 3 días, otras en una semana, ya que van parando en cada pueblo y conociendo cada rincón. Nosotros, como turistas con poco tiempo y presupuesto, hicimos solo dos tercios de la carretera, y nos tomamos sólo un día. Tampoco paramos en todo. Escogimos los puntos esenciales y ya.
Entre ellos, decidimos que TENÍAMOS que ver canguros y koalas, y que por supuesto debíamos llegar a los Doce Apóstoles, que es la mayor atracción de la ruta. Además nos propusimos ver el atardecer en algún buen sitio. Acá les dejo un par de fotos:
Los últimos días me dediqué más a escribir, caminar, ir a la playa, etc. Los detalles y datos viajeros se vienen en otro post.
Bueno, estos son los principales aspectos que hay que conocer si quieres aprovechar tus días en Melbourne… a ver si finalmente logra su objetivo de llamar tu atención, como lo hizo conmigo.
¿Qué opinan al respecto? ¿Tienen experiencias que quieran contar? ¿Alguna duda o necesitan algún consejo? Estoy para ayudarlos 🙂